Esta semana, he podido ver el buen avance (al menos en cuanto al dolor) de una paciente con artrosis de rodilla.
Cuando comencé a entrar a sus sesiones, en estas primeras casi siempre llegaba con dolor, y aunque era mínimo, era buena parte del tiempo de tratamiento la que se invertía en la analgesia (con corrientes interferencia les), además del uso de compresa húmedo caliente para ayudar a la extensibilidad de los tejidos blandos (en especial fascia y músculo).
En las últimas sesiones, esto ya no ha sido necesario, se sigue utilizando el láser, tratando de favorecer la reparación del tejido, pero se ha pasado al uso de terapia manual (como técnicas de energía muscular o masaje terapéutico), y de ejercicio para fortalecimiento muscular de miembros inferiores, cada vez más intenso o con aumento de la dificultad de este.
Aún quedan unas cuatro sesiones antes de la revaloración de la paciente, y espero que mejore lo suficientemente rápido como para que continúe con sus actividades de ocio, como el ejercicio. Tal vez no de la misma forma, o cambiando algo de este, pero ya de forma constante.
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